Estamos de enhorabuena, porque acabamos de abrir un nuevo Lizarran en Casablanca (Marruecos), un estupendo local de 360 metros cuadrados que llevará lo mejor de nuestra experiencia (adaptada, eso sí, a las costumbres autóctonas) a una de las zonas comerciales y de ocio más importantes, el distrito de Gautier. Y que además, se convertirá en punto de encuentro de los amantes de las Harley Davidson, pues el franquiciado, Mamoun Tadili, es importador de la marca en Marruecos. En fin, algo que nos llena de felicidad porque, al fin y al cabo, Casablanca es para nosotros un nombre con un significado muy especial… ¿Adivináis cuál?

Puede que sea una hipótesis atrevida pero, ¿qué hubiera pasado si en la época en la que Rick Blaine, el personaje interpretado por Humphrey Bogart en la inolvidable Casablanca, se planteaba abrir un local, hubiera existido Lizarran? ¿Habría caído subyugado por la cultura de los pinchos? ¿Habría visto entrar a su adorada Ilsa apoyado en la barra del bar, mientras el camarero gritaba «¡Calentitos!»? Y lo que es más importante, ¿dónde habría colocado el piano, para que Sam pudiera cantar lo de «Debes recordar esto/que un beso es sólo un beso»?

Sí, una pura fantasía. Pero es lo que tiene estar presentes en Casablanca: que podemos permitírnosla. E incluso, decir lo de que «siempre tendremos París«, porque ¡también estamos allí! Es la magia de Lizarran…