En Lizarran sabemos que cada día nos tenemos que ganar vuestra confianza. Y para eso son fundamentales nuestros franquiciados, el alma, el rostro de nuestros locales, los que se encargan de que cada momento que paséis con nosotros sea una grata experiencia. Por eso, queremos que en este blog vayáis conociéndolos. Hoy os traemos a Mario López Bueno, propietario del Lizarran del Centro Comercial Zenia Boulevard de Orihuela (Alicante), quien nos cuenta qué supone formar parte de nuestra familia. Pasad y leed:
¿Cuántos locales tiene, y desde cuándo?
Tengo un local en el Centro Comercial Zenia Boulevard desde septiembre de 2012, es decir, muy poquito tiempo, pero estoy contento. Por eso, ahora estoy haciendo obra en un local muy cercano al mío, pero con el doble de superficie y terraza con vistas al mar, porque creo que podemos hacerlo mucho mejor y dar mejor servicio desde el nuevo local que esperamos abrir antes de Semana Santa.
¿Cuántas personas trabajan en su local?
Empezamos con doce empleados y ahora somos 6, porque el trabajo en estos meses es más flojito. Pero esperamos poder contratarlos de nuevo muy pronto.
¿Cuándo oyó por primera vez el nombre de Lizarran?
Hace mucho tiempo, como cliente.
¿Qué fue lo que le hizo decantarse por nuestro modelo?
Me pareció una de las franquicias más interesantes del momento por su sistema dinámico, alegre, desenfadado, de buena comida… Además, como franquicia, nos ha dado facilidades a la hora de entrar a formar parte de su sistema, tanto económica como personalmente.
Antes de abrir el local, ¿tenía experiencia en el mundo de la hostelería?
No, ninguna. Pero, sinceramente, cada vez me gusta más. He descubierto un mundo con muchas posibilidades, y espero poder dar lo mejor de mí y de mi equipo de ahora en adelante.
¿Cuáles fueron las dificultades que tuvo que enfrentar para poner en marcha el negocio?
Sobre todo, en estos momentos de tantas dificultades económicas, me resultó muy difícil conseguir el apoyo de mi familia, pero finalmente lo logré, y ahora no puedo defraudarles. Espero que mi esfuerzo no sea en vano.
¿Cómo valora el apoyo del personal y la estructura de Comess Group en el día a día?
Positivamente. Me han guidado desde la apertura del local, y nos hacen visitas periódicas para asesorarnos sobre nuestras decisiones.
¿Tiene alguna anécdota, algo divertido que le haya sucedido en todo este tiempo de franquiciado?
Día a día suceden cosas de todo tipo: divertidas, menos divertidas… Pero los más agradecidos y simpáticos son la gente de fuera, los extranjeros, y además tenemos un camarero inglés que está siempre de buen humor y nos lo contagia. Bueno, todo el equipo en general entra a trabajar siempre con una sonrisa en la boca que trae alegría a nuestro establecimiento.
Recuerdo un día, al poco tiempo de abrir. Teníamos un camarero sevillano muy gracioso, y una clienta le preguntó por la salsa del picho de pollo: «Perdone, camarero: ¿el pollo pica?». Y él, sin vacilar ni un minuto, le respondió: «Ahora no, señora; picaba, picaba… cuando estaba vicio». Fue una risa generalizada en todo el local. Y otra anécdota fue que el vendedor de la ONCE le vendió un rasca a un cliente dentro del local y, allí sentado, rascó el boleto y le tocaron 7.500€ ¡Menuda alegría!
¿Qué le diría a alguien que se estuviera pensando abrir un Lizarran?
Que si consigue la financiación, que hoy en día es una de las cosas más difíciles, y tiene un buen sitio para abrir el local, que no se lo piense. La franquicia, desde luego, creo que es una de las mejores que hay en este momento. A nosotros nos han tratado muy bien, estamos muy contentos. Espero que si en algún momento han de ayudarnos de alguna manera, respondan igual que hasta ahora.






